jueves, 9 de julio de 2009

Coolhunting

El coolhunting nace a principios de los noventa en Estados Unidos, fue la revista New Yorker la que creó el nombre de coolhunter o cazatendencias en 1997, para describir el trabajo de Dee Dee Gordon, la pionera en esta especialización y fundadora de la primera agencia coolhunting del mundo “Look-look”.
La actividad de un coolhunter es, básicamente, la recolección de información. Pero a diferencia de los nichólogos que se arman de encuestas y datos científicos y profundamente academicistas, los coolhunters se nutren de la calle, los espacios públicos, e internet.
El coolhunters, o cazatendencias, usa una mezcla de observación y sentido común para detectar necesidades de consumo y oportunidades de desarrollo de productos.
Es vital también estar actualizado en todos los ámbitos. Para ellos el uso de las nuevas tecnologías es vital y con entusiasmo se dedican a explorar las posibilidades menos explícitas de los nuevos productos.
Pero, ¿Se contrata a un coolhunter?
Sí, y también se les forma. Existen empresas de coolhunting y existen coolhunters freelancers. Las empresas usan lo que llaman “infiltrado” que es el verdadero coolhunter (No confundir con el comprador misterioso).
Más allá de lo que significa el coolhunting como técnica de investigación está su significado en términos de filosofía de empresa: el nuevo producto no sale del chispazo del empresario o el resultado de un gran estudio de U&A, sino que los mismos consumidores generan el concepto.

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